Pasada la primera noche, con regreso al mundo del frio incluido, amanece sobre Lisboa.
Desde nuestro nuevo noveno piso las gotas del diluvio suenan con contundencia, rotas solo por el paso incesante de los aviones (Lisboa, un aeropuerto con ciudad).
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por participar y dejar tu comentario.